Thing
Era la asamblea en la cual se tomaban decisiones, y estaba conformada por hombres sabios, viejos, reyes y brujos. Había un Thing por wapentakes (divisiones territoriales), en las cuales se daba castigo a los crímenes. Casi todo delito se podía solucionar pagando, ley a la que llamaban “mannboetrr”
El precio más alto, se daba si cortabas a alguien la nariz, ya sea como accidente o al matarlo. También el robo por parte de un thrall, el que debía también pagar la multa, y como no podía hacerlo lo mataban de maneras muy creativas. Las disputas que se prolongaban, eran celebradas con un duelo a muerte en el mejor de los casos. Una vez, a Edmundo de Gran Bretaña, lo sentenciaron de la siguiente manera: lo ataron de cara a un árbol y lo utilizaron para practicar con el arco, de tal manera que no muriera, pero que las flechas lo atravesaran como a un erizo. Lo desataron, y lo abrieron en canal, dejando al descubierto sus costillas, las mismas por las cuales lo sujetaron para despedazarlo. Según la leyenda, la cabeza de Edmundo salió disparada, y sus amigos la buscaron en el bosque. La cabeza los ayudo a encontrarla y la enterraron con el resto de su cuerpo. Cuando años más tarde fue exhumado el cadáver, la cabeza y el cuerpo estaban perfectamente unidos con una estrecha cicatriz, como un hilo rojo. Lo hicieron santo años más tarde. El Daneskin era el peor de los castigos, constaba en despellejar vivo al enemigo y colgaban su piel en la puerta de algún lugar que represente la advertencia.

Rey
El rey, tenía que ser el hombre con más posesiones a regalar a los hombres que asistían a las cenas que organizaba. Existían dos comidas al día:
Dagveror, a las ocho de la mañana al cabo de un par de horas de trabajo
Nattveror, a la última hora de la tarde. Es aquí donde se daban festines en salas largas, donde se sentaban todos. El rey y su esposa, se sentaban en el centro, y se hablaba de grandes hazañas, se hacían apuestas, “jugaban”, bebían hidromiel y el rey regalaba mucho oro a quienes habían hecho méritos en el día. Cuando ya nadie podía quedar en pie, los criados les llevaban colchones rellenos de heno y un montón de pieles de oveja para que se protegieran del frío. Al dormir todos en la misma habitación, restaba intimidad, cosa que no preocupaba a los vikingos, así que todos hacían lo que se les venía en gana.

Condes
“Comte”, el que acompaña. Era la aristocracia entre la cual se encontraban los jefes locales, y terratenientes. Llegado el momento, el Rey no podía hacer nada sin el permiso de la THING, entonces los condes sí podían tomar decisiones y sólo requerían la aprobación del rey. Los condes no se mezclaban, tenían su propio ejército privado conformado por campesinos, que si servían bien a su amo, recibían tierras, oro e incluso prestigio. La mayor hazaña que podía realizar un campesino, era morir en una batalla frente a su señor.

Hombres Libres
Estos eran los campesinos, pequeños propietarios y guerreros. Estaban muy bien considerados en la sociedad vikinga. Ellos no tenían que dar mitad de sus cosechas, ni sus hijas, a la alta burguesía local. Eran muy buenos granjeros, y todos, incluidas las mujeres, eran guerreros.
Los más fuertes y corpulentos eran soldados de pie, equipados con cota de malla o un peto de hierro cubierto en cuero. Se dice que un noble llevó una vez hasta doce chaquetas de piel de reno, y que ninguna flecha podía atravesarlo, aún así mató con facilidad a muchos contrincantes. En la cabeza, llevaban cascos con una protección metálica que protegía esencialmente la nariz, ya que para ellos esta parte del rostro denotaba virilidad. En el cinturón llevaban cuchillos de combate, en la mano un arco hecho con las trenzas de su amante, una espada larga de un solo filo (sax), un hacha, o una lanza. En la otra mano llevaban un escudo redondo de madera con una pieza de metal en el centro, los que generalmente se ven en los costados de un drakkar. Todos los vikingos montaban de manera excelente, y preferían los caballos llegados de Hungría, pues eran más grandes y resistentes que otros. Los drakkar estaban diseñados de manera tal, que no tenían que dar la vuelta apara emprender una rápida retirada, ya que tenían la misma forma en ambos extremos. Lo único que tenían que hacer los remeros era girar y remar en dirección contraria.

Thrall
Una de las mayores fuentes de ingresos para los hombres libres, era la venta de esclavos. A estos los llamaban “Thralls” y estaban más abajo que toda plebe. Podían ser capturados, secuestrados, entregarse, o nacer thralls. Dependían enteramente de su amo, no tenían libertad ni posición social, matar a uno no era relevante. Por otro lado, aunque se mataban trabajando en el campo durante todo el día, al volver podían hacer lo que se les viniese en gana. Si conseguían ganar dinero, podían comprarse a sí mismos y recobrar su libertad, pero eso tenía que negociarlo directamente con su amo, no con el hombre que lo había vendido. Los thralls eran respaldados por la mitología, ya que se decía que pertenecían a un ancestro por separado, llamado RIG.

Berserker
Soldados de élite, que se veían afectados por una fiebre guerrera llamada “berserkganger”. Eran grupos de guerreros individuales, que eran contratados por reyes. Para entrar en combate, mataban un lobo ofreciéndoselo a Odín, rito que llamaban “Odin Wodan” (Furia de Odín), se quitaban toda a ropa y se bañaban en su sangre. Luego, se ponían la cabeza del lobo como si fuera suya. Muchos se referían a su forma de pelear como “hamingjaberserkr”, donde salía el alma del lobo (u oso) en batalla, es decir, luchaban como fieras salvajes, mordisqueaban y desmembraban a sus víctimas y a sus caballos con sus propias garras y dientes. Se creía que en este estado sufrían una transformación, ya que al matar a uno, su cuerpo no quedaba entre los muertos, y se veían lobos meterse a los bosques. El berserkrganger no sólo ocurría en batalla, sino también en la labor diaria. Se dice que podían alzar y romper cosas con una fuerza sobrehumana.