Anoche encontraste un acusado en tu espalda
Los vellos rubios cubren el dolor
Distingues mis lesiones recurrentes
Te sientas en la iglesia con la sangre en el bidet
Abres tus brazos y te dejas rapar
Te quemarán el rostro antes de parar tu angustia
Derramo lágrimas estupefactas ante la armada
Es el beso que te detiene de parar tu calvario
Vuelves a mis consistentes llamados corporales
Antes de haber sido calcinados tus labios
Prefieres ser domado por mi calor padecedor
Adolescer para siempre junto a tu moza duelista