Los Imaginarios Urbanos en la ciudad de La Paz, Bolivia
La idiosincrasia variopinta de nuestra ciudad tiene muchos factores en las características estructurales con las cuales está conformada. La ciudad de Nuestra Señora de La Paz, fue diseñada, al igual que otras ciudades latinoamericanas, con la estructura de damero. Este modelo fue el utilizado como imitación de las grandes ciudades europeas, al ser los arquitectos colonizadores españoles, generadas a partir de una plaza mayor con iglesia y consejo, calles en ángulo recto y varios manzanos (cuadras) alrededor. Lo que distingue a nuestra ciudad es que este planeamiento urbanístico que la organiza fue construido estratégicamente, para la época, en un lugar que al expandirse como ciudad sería un centro de lo más conflictivo por su ubicación. Durante la colonia, los españoles vivirían en el centro, el caso viejo, al rededor de la Plaza Murillo, y los indios habitarían hacia la parte que sube desde la Iglesia de San Francisco (Cajías, 2005). Esta división en los orígenes de la dinámica de la ciudad, persiste hasta el día de hoy con otras extensiones.
En los mapas más recientes de la ciudad, se puede observar que el actual centro, en términos demográficos, está situado en Obrajes. La ciudad creció tanto que actualmente el imaginario de pueblo como elemental, se recorre hacia la zona Norte que antes, en la república, se consideraba un lugar con cierto estatus de intelectualidad. La ciudad con el imaginario sofisticado de la urbe se encuentra en la zona Sur, lo cual comprende desde Sopocachi hasta las Obrajes (Boero, 1978), y hoy en día las nuevas urbanizaciones que llegan hasta Alto Irpavi e incluso Aranjuez. Este factor, fuera de lo común, se debe a la desterritorialización física de la ciudad, se construyen casas en lugares inesperados e incluso en zonas de riesgo que terminan en tragedias, pero la ciudad funciona así. Hoy por hoy casi desaparecieron las fronteras entre La Paz y El Alto, y la Avenida Periférica irónicamente mantiene el nombre de una avenida que poco a poco se entromete en el corazón de la ciudad dejando se ser un referente de lejanía.
Las ciudades paralelas que se encuentran en La Paz, parten de la historia oficial y la ciudad ilegal, al igual que en otras organizadas según el modelo castellano en su origen como Buenos Aires o Sao Paulo. La historia oficial se mantiene en el casco viejo, más que nada por el movimiento que se observa en diferentes instituciones alrededor que le dan este carácter, como museos, teatros, bibliotecas, ministerios, centros de administración, etc. Las calles hablan de historia en sus formas y habitantes, se cuenta la leyenda de una ciudad de paceños célebres, desde Arturo Borda hasta Jaime Sáenz, una ciudad revolucionaria que fue testigo de la muerte de Pedro Domingo Murillo hasta un Octubre Negro.
La ciudad ilegal se encuentra hacia el Norte donde se observa más pobreza y delincuencia, existen zonas lamadas “rojas” o de “alto riesgo” , tanto por los altos índices de delincuencia como por la susceptibilidad a derrumbes de las viviendas (Alto San Pedro, Valle de Las Flores y Huanu-Huanuni). No hace mucho, la Carrera de Geología de la UMSA elaboró un mapa geológico de la ciudad con ayuda de imágenes satelitales . En este identificaron más de treinta de zonas con movimientos activos en las que no debería haberse construido viviendas, refiriendo esta actividad de riesgo de la ciudad, el imaginario llamado ilegal se puede aplicar a ellas de igual forma. La delincuencia, que debe ser el indicador primordial de este imaginario, existe en mayor parte en los alrededores del Cementerio General . La pobreza de la ciudad, de acuerdo a un informe realizado por la Alcaldía el año pasado, se encuentra en 300 barrios de los cuales 24 ingresaron al proyecto “Barrios de Verdad”. Los identificados como barrios pobres se extienden desde el Macrodistrito Max Paredes hasta Rincón La Portada, y las percepciones reales o imaginadas de su inseguridad se traducen en planes de “Zonas Seguras” que se encuentran extremadamente opuestas a las laderas.
Vale recalcar que las ideas de “arriba” y “abajo” están muy arraigadas al imaginario paceño, ligadas a estatus, economía, seguridad, y otros valores que le otorga la gente a nuestra ciudad. “arriba” comprende tanto la ciudad legal y a ilegal, y es acá que existe una tercera ciudad, la que vemos en la Nueva Zona Sur que comprende Obrajes y todas sus extensiones hacia abajo. Esta parte no tiene un imaginario legal ni ilegal, ya que la historia no está presente y tampoco la pobreza (visible). En la Nueva Zona Sur se encuentran espacios recreativos, de entretenimiento, restaurantes, parques, etc. Que tienen un carácter distinto a los del centro de la ciudad. El comercio no es tan grande como en zonas como la Eloy Salmón o la Huyustus, pero sí tienen más valor simbólico de consumo, ya que un mismo pantalón vendido arriba en 200 bolivianos se encuentra en galerías “de abajo” a 80 dólares y esto se mantiene en la transformación del espacio público de igual manera.
Todos estos lugares estructuran el hábitat natural del paceño, debe subir para comprar electrodomésticos y bajar para ir al cine, arriba se baila en el Gran Poder y abajo se “vueltea” en San Miguel. Los rituales son los mismos, no existen favelas ni sambódromos, pero las trancaderas generan el mismo impacto de peligro y éxtasis. El damero original sigue intacto, y aún se respeta la línea San Francisco/Murillo, aunque el verdadero poder económico de la ciudad sea manejado desde “arriba” mediante las polleras (Cárdenas, 2009). Lograr la inclusión cultural de diversos sectores sociales acá es utópico ya que los sectores son de lo más confusos, la gente de “arriba” gasta en un preste el mínimo de 5.000 dólares para un fin de semana, mientras que la gente de “abajo” no va al Megacenter a ver películas ni a comer porque es muy caro y prefieren “vueltear”. Los imaginarios urbanos de la no megaciudad, más bien mega aglomerada ciudad de La Paz y su dinámica son relativos al observador, el paceño es simplemente del Bolívar o del Stronguest, de la UMSA o la Cato, de pollera o de pantalón, de arriba o de abajo, es de La Paz.
Lo que queda es lo escrito
Verba volante scripta manent
(Las palabras vuelan, lo escrito queda)
Caio Titus
Escritura es una mujer que escribe sobre un rollo estas palabras: Scripta manent, los escritos pasan a
La presencia de este arquetipo se introdujo en el imaginario en el medioevo, siendo después un tema recurrente en el arte universal. Ya no se vio a la escritura pero sí al escritor, persona que obtuvo los dones de esta diosa.
Pluma y tintero, a veces con un libro, son los atributos de los cuatro evangelistas y de varios Doctores de
En el Nacimiento de Juan bautista, el anciano Zacarías está sentado escribiendo. Cristo escribe con el dedo en el suelo bajo la mirada de fariseos y otras personas, “mujer sorprendida en adulterio”. La misma figura alegórica de
La escritura en términos terrenales, según
Escribir permite que congelemos pensamientos sobre un soporte para que esto permanezcan en el tiempo. Nos enfrentamos también a la memoria mineral, antes en forma de tabletas de arcilla y hoy en día en computadores que están hechas de sicilio (Eco, Humberto. 2003).
Otra función de la escritura, es la legitimación de quién escribe. Durante el desarrollo humano la persona necesita establecer vínculos para formar su personalidad, y esto sólo lo puede hacer a partir del otro[3]. Bajo este precepto, el que escribe lo hace con una necesidad intrínseca que es el ser leído. La motivación del escritor ya sea de manera conciente o no, es que otro pueda interpretar sus palabras para que le dé reciprocidad directa o indirecta con el simple hecho de haberse contactado con él, reforzando patrones de su personalidad. Esto viene de la mano con la función primordial de la escritura: comunicar desde la transformación entre dos personas. El poder poner en común conceptos, pensamientos y sentimientos (Freire, Paulo. 1958). Al escribir se informa a la otra persona, se le esclarece información, para hacerle especular sobre la misma, para que consulte, indague, recuerde, disfrute, interprete. Es necesario que el acto tenga retroinformación, o su emisión sería inútil.
Existe sin embargo una pieza fundamental de la escritura que es la ortografía, parte de la gramática normativa que fija las reglas para el uso de las letras y signos de puntuación en la escritura. La ortografía se basa en la aceptación de una serie de convenciones por parte de una comunidad lingüística con el objeto de mantener la unidad de la lengua escrita. Julio Cortázar, en Rayuela (capítulo 69) nos da una trágica noticia: “Ingrata sorpresa fue leer en Ortográfiko la notisia de aber fayesido [...] en San Luis Potosí el teniente koronel Adolfo Ábila Sanhes [...] pensador, eskribió bastante en periódikos i dejó algunas obras inéditas [...] linguista, era mui afekto a tradusir sus propias produksiones al inglés, esperanto i otros idiomas”.
En este escrito, Cortázar sin proponérselo nos da un atisbo al perfil de personalidad de su personaje que sufre de disgrafía retrógrada. La disgrafía retrógrada es un mal común en nuestros tiempos, las personas que aprenden a escribir y conocen las reglas gramaticales, pero simplemente no las aplican. Es como aprender las tablas de multiplicación y olvidar las reglas, por lo tanto ser incapaz de hacerlo. La persona que sufre este problema, comprende la relación entre los sonidos escuchados y que él o ella pronuncia, además de la representación gráfica de estos sonidos pero encuentra dificultades en la escritura como consecuencia de conocimientos y cuidado deficiente. La manera de escribir de una persona habla mucho de su personalidad.
Para el Dr. Raúl Ávila, investigador de El Colegio de México, la ortografía es un medio de control social. Cuando se corrige a alguien: “No se dice juites sino fuiste”, se ejerce un control social. Es decirle al otro que tiene que ser como uno y habar como uno para ser aceptado en su grupo. Al igual que en el caso de la diferencias de pronunciación, el error ortográfico permite la afirmación de la gente que lo detecta. Si se escribe estava con “ve” y estube con “be” y alguien más lo lee, probablemente le daría vergüenza ajena, pero ejercería cierto poder. Toda persona que ejerce el poder se siente bien consigo misma pensando: “Yo tengo razón y él no”, ya que todos tenemos poder en el cuerpo (Foucault, Michel. 1076). Se ejerce el poder indiscutiblemente mediante la ortografía y el control social radica en que alguien diga: “A usted no le doy el trabajo porque usted no conoce las reglas de la ortografía”. Se ejerce el control social porque quizá se inhibe la capacidad de redactar[4].
Estas nuevas alternativas nos llevan a pensar que la escritura a mano es algo que en algún momento quedará obsoleto. Hace tiempo atrás, se valoraba una buena caligrafía pero ahora se valora mucho más el poder escribir rápido y eficazmente en un teclado. En la vida adulta las oportunidades en las cuales se requiere de este arte son cada vez más escasas, pues al niño se le alentará por tener “buena letra” en la escuela[5].
La presencia de una persona antes se hacía notar mucho por su caligrafía, devenida en una marca personal tan inconfundible como las huellas digitales. Ted Bundy fue un asesino en serie que pudo ser capturado gracias a estudios grafológicos en sus ensoñaciones y fantasías pornográficas escritas.
Por otro lado, como decíamos antes, lo más importante es la calidad del texto que se leerá y no así cómo está escrito el mensaje y esto se puede llevar más allá de la escritura a mano. Andrés Bello decía que mantener unas letras por amor a las etimologías le parecía tan absurdo como querer mantener escombros de un edificio viejo dentro del nuevo para acordarnos de cómo era el viejo; tan absurdo como querer recordar dentro de veinte siglos cómo habló supuestamente un pueblo que existió hace cuarenta como los romanos.
No es esencial para todos mantener la costumbre de fijarse en la gramática ya que lo importante es sobre todas las cosas, la calidad de
Un programa que, sin duda, merecería el aplauso de Cortázar. Las investigaciones de
Existen lapsogramas permitidos en el lenguaje aplicado en el hipertexto informático. El hipertexto informático está compuesto por bloques de palabras enlazados que producen potencialmente muchos recorridos o cadenas de trayectos, una textualidad abierta, inacabada y descentrada que se utiliza en la producción de mensajes escritos en
La postura a adoptarse ante los cambios en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación es ajustarse, acomodarse, hermanar las tradiciones de manera fructuosa con las novedades que nos trae
Construir bibliotecas enteras de conocimiento mediante la lectura, es algo que es sumamente importante, y esto se debe introducir en la vida del infantil antes de la edad escolar y se inserte a partir de ese momento tanto en sus juegos como en sus actividades cotidianas (Escarpit, Robert. 2000).
Para transformarnos el uno al otro, para comunicarnos, requerimos tener conocimientos previos que nos llevarán a seguir un protocolo adecuado. La élite persigue trazos de los discursos dominantes de nuestro tiempo y tiene control sobre el discurso público[6], y lamentablemente ejerce control social mediante reglas gramaticales en
La caligrafía o la habilidad de teclear eficazmente hablan de una persona, pero lo primordial es el mensaje a transmitirse, el cual será más claro al no contener ruido lingüístico. Existen nuevos códigos, pero los géneros y formatos siguen siendo parte de la tradición y sólo podemos acoplarnos.
La labilidad de los soportes de la información que hoy en día tenemos pueden ser todo, menos desperdiciables ya sean rápidamente perecederos o no sepamos cuánto irán a durar, son herramientas que nos permiten ser dioses. Más allá del terror milenarista que advierte el fin de la escritura a mano, de los libros impresos, de la ortografía obsoleta y el reemplazo del hombre por la máquina, el escribir es un acto que nos eleva a la divinidad, nos da la posibilidad de poder hacer historia en la memoria colectiva.
[1] Nöel, JMF y otros autores. Diccionario de Mitología Universal, Edicomunicación , 2003.
[2] Hall, James. Diccionario de Temas y Símbolos Artísticos, Alianza Editorial, 1996.
[3] Pinto, Bismarck. “Por qué no sé amarte de otra manera…” Estructura individual, familiar y conyugal de los trastornos de personalidad. Publicación del Departamento de Psicología de
[4]Durán de Huerta, Marta. La ortografía, control social de adultos y Coco de niños. Boletín del Colegio de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Filosofía y Letras, 2005
[5] http://www.libertadnoticias.com.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=6960&Itemid=41
[6] Van Dijk, Teun. La noticia como discurso. Paidós, 1990.
Para no matar l kstyano con los SMS
¡Cuántos autores, aún de nuestros días, cuántos críticos y jueces de las letras, o que se dan por tales, tendrían necesidad de recordar que la ortografía es el comienzo de la Literatura!
Sainte-Beuve
Los “SMS”, abreviatura para short service system, son un servicio de comunicación que utiliza los estándares del sistema de comunicaciones móvil GSM, permitiendo el intercambio de mensajes cortos de texto entre servicios de teléfonos celulares. Dentro de los muchos beneficios de la tecnología de la información, a este servicio se le alegó ser uno de los principales medios por los cuales se infringen faltas de ortografía que malacostumbran a la sociedad a transgredir normas gramaticales. Los estudios de varios expertos, lograron sacar la conclusión de que un SMS parece que simplifica la lengua, pero complica la comunicación (Martínez de Sousa, 2008). Hoy en día existen varias alternativas, especialmente en el idioma inglés para el uso adecuado de la mensajería instantánea, y así respetar el empleo de la lengua española escrita.
Víctor García de la Concha, director de
Los emoticones, parten del principio del uso de la gesticulación humana que remplaza palabras y denota emociones. Se utilizan los signos lingüísticos para crear representaciones faciales, como “:)” y “=D” que al girarse 90º a la derecha se asemejan a la representación de un rostro que puede adquirir diverso significado por la combinación de caracteres. Son también conocidos como “smilies” del verbo to smile, «sonreír» en inglés. Este estilo sin embargo no es el único, ya que también existe el estilo oriental de emoticones que es mucho más amplio, ya que aprovecha más los caracteres siendo mas expresivos, como “(^_^)” o “(o_O)” y no necesitan girarse. La aplicación de emoticones ahorra texto y es muy útil para expresar emociones, puede suavizar o enfatizar oraciones y darles personalidad.
Las abreviaciones son es la reducción del cuerpo fónico de una palabra, para lo cual existen reglas gramaticales existiendo una manera adecuada de practicarlas. Las abreviaciones y acrónimos que se utilizan sin embargo, tienen significado universal aunque provengan en su mayoría del inglés, siendo palabras como “LOL” (del ingles “laughing out loud”, riendo muy fuerte) o “OMG” (del ingles “oh my God”, oh mi Dios) muy comunes hoy en día, especialmente en
Sin embargo, el lenguaje cibernético genero un tipo de código denominado “leet” o “l33t” que combina caracteres numéricos con letras del alfabeto. El termino deriva de la palabra “elite”, y su uso describe una forma especializada de escritura simbólica. Este lenguaje se encuentra en la comunicación escrita de los medios de comunicación electrónicos y tiene varias utilidades: prevenir que inexpertos alcancen entendimiento sobre materias exclusivas de la “elite” de un tema, evitar la censura del uso de malas palabras, adornar un texto, mantener un código entre pares, etc. Por ejemplo, el uso de “w00t” (del ingles “We Own the Other Team”, el otro equipo es nuestro) es muy usual, y se puede encontrar también en el llamado “lenguaje xat”. Este es aceptado por la RAL, siguiendo algunas reglas, como la supresión del grafema "e" delante de una "s", como sconder, star, strujar, que significan 'esconder', 'estar' y 'estrujar', respectivamente. El problema de este lenguaje es que cada quien lo usa como prefiere y no es apto para utilizarse en otros espacios fuera de los SMS y el chat.
Las alternativas para dirigir mensajes mediante SMS son diversas, y su empleo adecuado nos ayuda a respetar la ortografía, como parte de la gramática normativa que fija las reglas para el uso de signos lingüísticos. El uso adecuado de los mismos, denota cultura y disciplina, respeto por la lengua española. La postura a adoptarse ante los cambios en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación es ajustarse, acomodarse, hermanar las tradiciones de manera fructuosa con las novedades que nos trae
El "suspense" de la apreciación musical
La música es la mas antigua de nuestras formas de expresión, mas antigua que el lenguaje y que el arte, comienza con la voz y con nuestra necesidad preponderante de darnos a los otros. De hecho, la música es el hombre, mucho más que las palabras, porque estas son símbolos abstractos que transmiten un significado factual. Según Daniel J Levitin, el americano promedio gasta más dinero en música que en sexo y drogas prescritas[1] . De hecho, la música ocupa mas áreas del cerebro humano que el lenguaje – los humanos somos una especie musical. Por este mismo hecho, deberíamos mantener la apreciación musical como parte intrínseca de nuestro ser. El ser humano esta hecho para apreciar la música.
La valoración musical es parte de la hominización que menciona Teilhard de Chardin, ya sea al escuchar o hacer música, es decir, es parte del proceso mediante el cual el hombre se hace más verdadero y plenamente humano. La música cumple con el público al ser ornamental (“Musique d’ameublement”, hubiese dicho Erik Satie) y acompañarlo a uno en todo momento, además de reforzar los procesos de legitimación e identificación personal, y darnos el llamado “suspense”[2] que nos da la experiencia de ver musica en vivo, en el momento supuesto de apreciarla.
La ornamentación musical no esta sujeta a su valoración, ya que la música en este aspecto cumple un factor ambiental, ya que se reduce la experiencia musical al servicio de una actividad o a una experiencia propia. El acto de escuchar musica es mucho mas complejo, requiere atención unisensorial y concentración sobre la misma, eso sin mencionar que no todos podemos hacerlo. Oliver Sacks, en su libro “Musicophilia” explora casos diversos de trastornos que se asocias justamente con la música, desde un hombre que es golpeado por un rayo y de repente es inspirado a ser un pianista a la edad de cuarenta y dos años, a un grupo entero de niños con el síndrome de Williams, que son hipermusicales de nacimiento; desde gente con amusia, a quienes una sinfonía les suena como el golpear latas y cucharones, a un hombre cuya memoria dura siete minutos para todo, excepto la música[3]. Teniendo todas nuestras facultades intactas, no podemos dejar de lado la experiencia de escuchar música y apoderarnos de ella.
Cuando uno va a un concierto “under” de metal, uno sabe que no estará frente a una presentación de musica de cámara. El cerebro procesa la información y la guarda, predice opiniones sobre lo que sucederá después, y cualquier sorpresa a esto nos hará distinguir y apreciar una musica de otra. El culto de la emoción como móvil creador y factor de comunicación nace con el romanticismo, y por ello ahora se considera la emoción del compositor una emoción hallada en las peripecias de su existencia, con un valor en si. A la vez, nuestra carencia de apreciación nos hace creer que estas emociones se transmiten fácilmente ante la vulnerabilidad de las personas y que uno puede llegar hasta a suicidarse por la musica que escucha. El suspense al que nos remite Alejo Carpentier esta en la emoción de ver a Pete Townshend al lanzar una guitarra y lanzarla contra el piso, al tener expectativa de que algo suceda al escuchar la misma canción por enésima vez, no al pensamiento de que siente o piensa el músico o que transmite al publico para que este tome acciones relevantes en su vida.
Apreciar la musica es entonces tomar cuenta de su existencia, sorprendernos por el mismo hecho de que existe y dejar de lado el academicismo emocional y los diccionarios de ideas recibidas. Para escuchar musica se debe entrenar el oído, disfrutar de las diversas melodías en su integridad musical y valorar como oyentes, no como aquel que exige emociones y demanda verlas satisfechas. Apreciar la musica es parte de desnudarse ante su magnificencia, de disfrutar en estadios hipnóticos como los que señalara Proust durante las observaciones que realiza durante
[1] Levitin, D. This is your brain on music — The science of a human obsession, Nueva York, ITC Century Book, 2006.
[2] Carpentier A. Ese musico que llevo dentro, Siglo Veitiuno Editores, Buenos Aires, 1987.
[3] Sacks, O. Musicophilia, Nueva York, Vintage Books, 2008.
[4] Proust, M. “Essays and Articles”, Nueva York, Kindle Books, 1982
Mi artículo, tal cual se publicó

“Navidad” o la fiesta del presente soñado
Papá Noel es un personaje enigmático hasta que cumplimos los cinco años de edad. Luego se convierte en un tedio que da vueltas por todos los centros comerciales de nuestra ciudad. Él le quitó todo el protagonismo al Niño Jesús durante la Noche Buena, ya que simboliza el regalo esperado y, además, es más simpático que los Reyes Magos. Él, durante esta época de cada año, invade nuestro televisor, la radio, el periódico, Internet y –ahora– acaba de invadir este artículo.
El padre de la Natividad es representado hoy en día por un viejito de barba blanca que viste de rojo ocultando su obesidad debajo de sus ropajes. Llega en Noche Buena para darnos regalos y también lo hace en la Telemaratón, invade las calles de la ciudad y también nuestro corazón. Pero a esta altura del tiempo, hay que preguntarse ¿quién es y cuál es su verdadero oficio?
Todo comenzó cuando los habitantes del Midgard, llamada así la tierra poblada por la humanidad, guiados por la tradición oral de sus ancestros, enseñaron a sus hijos la costumbre de dejar en sus botines zanahorias y cebada para que Sleipner, el caballo descomunal de Odín, que tiene las ocho patas más veloces de todo el universo, se alimente, recupere sus fuerzas y no devore todo lo que encuentre a su paso y tampoco destruya hogares completos, tal como lo había hecho en épocas anteriores.La espera que los habitantes del Midgard se vivían, generación tras generación, era entre los últimos 15 días de diciembre y los primeros 15 de enero, en el llamado Yule, época de cambio de clima, Odín, el Dios de los muertos y los guerreros, montado sobre Sleipner, llegaba a la Tierra desde el Valhalla, el palacio de los muertos, para bendecir los cultivos. Por este motivo, a Odín se lo conoce también con el nombre de Yólnir (Padre del Yule). La costumbre de aguardar de manera precavida a este dios, se practicó desde tiempos ancestrales.
En aquella época, los romanos aguardaban con ansias la llegada del “Saturnalia”, un festival dedicado al dios Saturno, celebrado siempre entre el 17 al 23 de diciembre. Los judíos, en cambio, glorificaban la fiesta de las Luminarias, más conocida como Jánuca.
Otras culturas, en el mismo diciembre, rendían homenajes y sacrificios a sus respectivas deidades, hasta que todas –bajo el dominio del imperio romano– celebraron, siempre en diciembre, la fiesta de El Nacimiento del Sol no Conquistado, llamada en latín como “Dies Natalis Solis Invicti”.
Esta fiesta permitía que cada cultura rinda homenaje a sus respectivos dioses en el último mes del año. Y cada una ponía sobre la mesa de la historia un caudal de mitos y leyendas que, con el paso del tiempo, se fueron mezclando hasta llegar a lo que hoy conocemos por Papá Noel. Una historia digna de recordarse, por ejemplo, es la relación que el saber popular encontró entre Odín, el dios escandinavo tuerto, con el Obispo ruso, llamado Nicolás, que habría de convertirse en Santo, gracias al poder de sus milagros, y que muchos de sus contemporáneos dijeron haber visto con sus propios ojos.
Para la gente, Odín se había transformado en Sinterklass, quien empezó a llevar un atuendo obispal que incluía una mitra. El cambio se debió a la canonización de un personaje llamado San Nicolás de Myra, que vivió en el siglo IV d.C. y que hoy en día, en Rusia por ejemplo, lo tienen como al santo más querido luego de la Virgen María.
La historia nos cuenta que un navegante en Myra que viajaba hacia Alejandría fue rescatado por el padre Nicolás, luego de una fuerte tormenta, y lo llevó directo a la iglesia a que se recupere.
El obispo de este templo había fallecido y los sacerdotes que allí vivían tuvieron, la víspera, una revelación en sus sueños que les dijo que muy pronto iba a llegar un hombre conquistador.
Aquel día en que el padre Nicolás rezaba en el templo, su marinero rescatado despertó un poco asustado, se incorporó y lleno de emoción gritó ante todos que había sido salvado por “Nikei Laos” (es decir, el hombre que conquista). Los padres del templo supieron, entonces, que había llegado su nuevo obispo.
Desde aquella vez, San Nicolás de Myra es relacionado con los niños, porque en la mayoría de sus milagros ellos siempre estuvieron presentes y siempre han sido portadores de “regalos”. El último de sus logros conocidos data de la Segunda Guerra Mundial. Se cuenta que un jovencito que había perdido a su familia se extravió y fue salvado de una muerte segura por un hombre cuya descripción era el vivo retrato de San Nicolás.
Así, entre la tradición católica y cultura escandinava nació Sinterklass. Un personaje que en cada mes de diciembre acostumbraba a dar regalos a los niños de todo el mundo.
Pero para cumplir esta tarea, Sinterklass estaba acompañado por su ayudante Zweite Piet, un joven que se quedó negrito de tanto bajar por las chimeneas. Él tenía la misión de dejar regalos en cada casa que visitaban.
Sinterklass disponía de un trineo, jalado por Schimmel, su caballo blanco. Y en su cuaderno de oro anotaba los nombres y direcciones de los niños que se portaban bien para visitarlos desde su hogar que queda en España.
Otra tradición, nacida en Italia, nos cuenta que hubo una vieja bruja, llamada Befana, que en noche buena no había querido ir a visitar al Niño Jesús. Su arrepentimiento la llevó luego, hasta nuestros tiempos, a vagar por las calles repartiendo dulces y manjares a todos los niños con la ilusión de que algún día se encontrará con Jesús.
En Finlandia recuerdan hasta hoy a Joulupukki, una cabrita que tiene la costumbre de comer todo lo que encuentra a su paso, justo en esta época del año.
Joulupukki recibe tributo de sus fieles, y a veces la acompaña un viejito regordete con frutas para repartir entre los niños.
Los tres Reyes Magos, por ejemplo, son los portadores de regalos en la Epifanía; los vascos aguardan a Olentzero para que traiga sorpresas. Estas tres historias, pese a que distan kilómetros y épocas de distancia, tienen un solo punto en común: es necesario que “alguien” traiga regalos. Se hace común entre la gente la necesidad de premiarse entre todos, bajo el tamiz de un regalo que viene de manos de alguien superior a la raza humana; o que, por el contrario, sea un personaje muy importante.
Santa Claus
Papá Noel, como lo conocemos hoy en día, nació en 1809, en una narración del escritor Washington Irving, llamada “La historia de Nueva York”. La descripción de este personaje es vaga en detalles, hasta que un 23 de diciembre de 1823 se publicó, de manera anónima, en el New York Sentinel un poema titulado “The Night Before Christmas” (La víspera de Navidad). Este relato, que se le atribuye al periodista Clement Clark Moore, relata la actual tradición navideña en Estados Unidos: aguardar a Papá Noel con un vaso de leche, galletas y dormir. Y a la mañana siguiente los niños podrán abrir los regalos que éste les dejó.
En el poema de atribuido a Moore, se nombran por primera vez los ciervos que jalan el trineo mágico de Papá Noel que vuela por los aires guiado por Rudolph, el ciervo de la nariz roja.
No pasó mucho tiempo para que el personaje se popularizara en Estados Unidos de una manera comercial en varios mercados y tiendas. He aquí el origen de que muchas personas, hoy en día, protesten porque esta fiesta religiosa ya perdió su verdadero significado y terminó convertida en un lujo comercial.
En el siglo XX, y gracias a la radio, esta tradición de espera repercutió bastante en el corazón de los niños, puesto que el “Tío Markus”, allá por los años ’30, les dijo que podía escuchar todo lo que los niños decían. Y que los malcriaditos se porten bien, porque se iban a quedar sin regalos.
En 1930, Haddon “Sunny” Sundblom, un inmigrante finlandés, ilustró por vez primera la imagen que todos tenemos de este simpático personaje. “Sunny” había sido contratado por la Coca Cola y le pidió que le dé vida a Papá Noel.
El finlandés le quitó al personaje el traje de obispo, la pipa tabaquera y el caballo blanco con el que aparecía desde antaño.
El resultado es un personaje que simboliza al padre que ayuda a todos y les inyecta el deseo de vivir. Esta faceta paternal intenta desempolvar en las personas los recuerdos interiores con la idea de comprender su verdadero significado. Así fue que este individuo panzón, viejo y todo de rojo, nos conquistó. Salimos a las calles y vemos cientos de réplicas suyas.
Papá Noel significa “dar”
A la fecha, muchos debates se han encendido a su alrededor: ¿es ésta una celebración pagana?; ¿a dónde se fueron nuestras costumbres?; ¿qué pasa con nuestro espíritu navideño que nos olvidamos de adorar al niño Jesús? Estos y otros temas nos tomarían años en tratar de ponernos de acuerdo. Lo que cuesta entender es que la navidad no trata de una fecha, sino de una actitud.
Lo rescatable de estas fiestas es ponernos en contacto con nuestros sentimientos y darle rienda suelta al niño interno que quiere creer, que quiere empaparse de esperanzas, aguardar.
Papá Noel es todo papá disfrazado, toda mamá haciendo compras a escondidas de los niños, todo hermano mayor redactando una carta a Papá Noel cuando sabe que en realidad la leerán los papis. Papá Noel es el espíritu de complicidad para darle una sonrisa inesperada al hermanito que aguarda con todas sus ansias un regalo muy especial, Papá Noel es dar.
Al observar en nuestro interior, no cuesta preguntarse en qué momento uno piensa en sus propios fines más allá de los seres queridos porque nos dejamos llevar por la ira de nuestro caballo interior porque no lo hemos alimentado. Papá Noel es un personaje que nos alienta a estar en contacto con la espera, aguardamos una llegada que nos llenará de presentes en cualquier forma: abrazos, besos e instantes con nuestros seres queridos.
La Navidad es un momento para estar bien, no para estresarse con la idea equivocada de los regalos. Regalar en navidad es expresar que estamos con el otro, que nos importa y que le estamos dando una dote para que pueda salir adelante en el año que está por venir, en el nuevo ciclo que nos aguarda.
Sin importar nuestras creencias o en qué rostro tiene nuestro traedor de regalos, debemos aguardarlo a que invada nuestro ser y nos permita regalarnos a nosotros mismos. El mejor regalo es obsequiarse uno mismo, salir de nuestra coraza para estar con nuestros seres queridos y ofrecerles nuestro calor, nuestro Papá Noel.
Todos Santos y el Día de los Difuntos
Todos Santos: "pan para todos", el cuerpo de Cristo, tradición católica.
Día de los Difuntos: de poblaciones quechuas, aymaras y urus.
Halloween: "All Hollow's Eve", tradición pagana europea.
Samhain: Tradición celta en la cual se celebra el fin de las cosechas.
La tradición principal de Todos Santos se junta por casualidad de fechas con las del Día de los Difuntos en nuestras tierras, festejando un evento convertido en tradición: La mesa para los muertos. Esta mesa se arma en tres niveles: Alaxpacha (el cielo), Akapacha (la tierra) y Mankapacha (el inframundo). Cada nivel de dicha mesa, deberá entonces representar los estadíos del ser en estos tres niveles, pero enfatizando en los gustos del difunto en cuanto a comidas y bebidas. En esta fecha, nuestro difunto visitará su anterior hogar, para ver cómo lo estamos manejando en su auscencia. En dicha visita, se lo deberá tratar de manera formal, y darle toda la comodidad para que este se pueda ir de nuevo en paz, estando seguro de que no nos falta nada y que podemos darnos el lujo de invitarle deliciosos manjares. De la misma manera, algunos elementos católicos como la escalera para volver a subir al cielo, o las alas del difunto si se trata de un niño demuestran cómo las creencias religiosas católicas se combinan con los
ritos populares de antaño. Existen otros elementos, como la semilla de cebolla que es el primer alimento del difunto, los niveles generacionales representados mediante las "tantawawas" (tanta = pan, wawa = niño en la lengua aymara),frutas, caña, refrescos, ají de arbeja, caballos, "achachis"(figuras de morenos y personas mayores que identifican a las personas avanzadas de edad) , la corona, y flores que acompañan la mesa.
Entre diversidad de costumbres, en el municipio cochabambino de Punata "La Feria del Mast'acu" se caracterizará por milares de personas yendo a esa capital con el objetivo de comprar una variedad de masitas, algunas de ellas a cambio de oraciones, mientras en la Zona Sur de la ciudad de La Paz, muchos niños difrazados salen a las calles a pedir dulces. Los "rezacos", jóvenes dedicados a rezar en Punata, con oraciones y música en honor de los difuntos, no se diferencian mucho de lo que se hace en Monteagudo, donde la gente tiene la costumbre de bautizar a las t'antawawas y nombrar por ellas a los padrinos, tradición arraigada en gran parte de Chuquisaca, ni a Tarvita, que está en la provincia Azurduy de Chuquisaca. allí, los bebés fallecidos tienen especial atención. Para ellos, los dolientes preparan arcos con flores, adornos y alimentos. En San Ignacio de Moxos, en el Beni, la celebración principal de Todos Santos se hace en la Catedral. Los dolientes llevan a la Iglesia comida, bebidas, dulces y masaco.Se dice que mientras el "rezador" dirige las oraciones, los difuntos se alimentan con las comidas hechas en su honor. Los jóvenes y los niños, que también participan de las oraciones, están "prohibidos" de recibir las ofrendas. "Lo que las almas comen, no deben comer los niños, porque se vuelven locos", es la creencia del lugar. En Turco se juega al "Phuti". El phuti es una pelota gigante de trapo atada a una soga que se lanza al centro de un ruedo conformado por unas cinco personas. Una de ellas gana el juego si es que consigue lacear la pelota antes que caiga al suelo. A cambio, recibe un trago de sucumbé o té con té de parte de los anfitriones. El juego recorre de casa en casa, hasta la madrugada. En otros lados, como en el municipio de San Antonio de Esmoruco es casi prohibido llorar en la festividad de Todos Santos. Desde los preparativos de la espera a los difuntos, los familiares y vecinos bailan rondas tradicionales y entonan música de cajanis y zampoñaris, lo ideal es divertirse y pasarla bien a nombre de los difuntos. El incienso, masitas, fruta seca y carne de cerdo son de la mesa que preparan los pobladores del municipio de El Choro en Oruro para recibir a las almas de los seres queridos en la misma fiesta.
Según el doctor Fernando Cajías, "lo más común en nuestra ciudad, es colocar un mantel negro en la mesa para las almas de personas mayores y blanco cuando se trata de niños, muchas veces el altar puede ser para ambas edades, mitad blanco y mitad negro, ya que se reciben a todos los muertos en esta festividad. Para las almas de niños, jóvenes y solteros que dejaron de existir, ponen refrescos, dulces, galletas, frutas, guirnaldas multicolores, predominando el color blanco, como color de pureza del difunto llamado "angelito". En muchos casos, en este lugar se encuentra el epitafio del difunto con su fotografía y la inscripción del nombre y día de su fallecimiento. En la parte inferior de la mesa, se colocan flores de color blanco y amarillas como la retama, además de los tallos de cebolla (tocoros) que proporcionan a las almas el agua para calmar su sed.Asimismo, en las cuatro esquinas de la mesa se instalan las cañas de azúcar, que representa los bastones de los difuntos con adornos de coronas y suspiros (dulces) de colores. Durante esta primera jornada del día y de noche se reciben a los rezadores que vistan las casas donde hay mesas instaladas"
Lo escencial en la mesa es:
- Tantawawas, que son los niños de pan, para recordar la pureza de los espíritus.
- Escaleras de pan, para facilitar la subida al cielo de los espíritus.
- Cebollas en flor, para que el difunto lleve agua en su viaje.
- Caballitos y juguetes, cuando los espíritus son niños, para que se distraigan
- Retamas en los floreros, para ahuyentar a los espíritus enemigos.
- Un vaso con agua bendita, para rociar la ropa del difunto.
- Coca, cigarros, vino y refrescos, para que el espíritu se sienta satisfecho.
- El plato de comida favorito del difunto.
- Caña de azúcar, para que sirva de bastón a los espíritus.
Algunos artículos de interés:
Cuando nuestros muertos conviven con nosotros
Ely López Canelas, Bolpress.-
Lo que sé de Todos Santos no lo sé por ser antropóloga o investigadora, ni cosa parecida, lo sé por lo que he aprendido y aprendo cada año con mis papás y en los sitios a los que he viajado. Como tú mismo lo dices, en realidad se habla de los “supuestos difuntos”, porque como tú también dices y así es lLa muerte no existe, esto viene desde una tradición pre-colonial. Algunos dicen que el alma se va abajo al Ukhu Pacha, otros, que las almas están en el mismo plano que nosotros, pero en otra dimensión. Es decir, viven en las montañas, lugares especiales, los rincones de las casas… sabes que no hay cosas absolutas, todo depende de la costumbre de los pueblos.
Según mi papá, las almas se van al cielo y ahí se reúnen todos. Desde allí nos miran, nos escuchan, nos ayudan cuando les necesitamos, nos castigan si nos portamos mal (“nos hacen andar mal”).
Cada año se pone la mesa para los muertos con todo lo que a ellos les gustaba: la comida, la bebida, la coca (si la mascaban), la fruta, los panes, los dulces y las cosas especiales. Se hace una lista larga de los difuntos. Es como recordar toda la genealogía y al recordarles se acuerdan de cómo murieron y se pregunta por la suerte de amigos y conocidos de estos difuntos.
Existen dos juegos relacionados con la celebración de la muerte: la taba y los maicitos. Son juegos de los días de duelo y de los días de todos santos.
Siempre hay que ponerle también agua, todo con pajitas, los muertos solo pueden aspirar… si no te acuerdas de ellos, si los muertos no encuentran comidita se van llorando, sufren y luego también nosotros sufrimos.
En el pueblo de mi mamá se arman las tumbas en el cementerio, con música, panes, comida, bebida, la fiesta se traslada al cementerio allí se come, se bebe, se llora, se juega, se hace rezar. No hay que ser tacaños cuando se hace rezar. Hay que dar buenos panes… Hay ciertas comidas picantes que se hace con afrechillo y la achacana, son comidas que solo las hacen para esta fiesta (uy ya me dio ganas de ir al pueblo de mi mamá).
Lo de volcar la mesa, en el caso de mi mamá y mi papá, es para que ya no hayan mas muertos al año que viene. A veces dicen que se “kimsacha” es decir mueren hasta tres personas en poco tiempo y se está de luto durante mucho tiempo.
Hay muchos rituales con relación a la muerte, muchos… cuando se quita el luto, por ejemplo, hay una fiesta y al final hay alguien que se viste con la ropa del difunto y a él se lo “bota” y se lo castiga para que se vaya y no vuelva en mucho tiempo, por eso también los que se sacan el luto se cambian con ropas de colores, todo nuevo, e incluso tienen un padrino para ello, es como un volver a vivir…
Los muertos llegan con agua, viento y moscas. En serio, no te rías, siempre llueve o hace mucho viento o hay muchas moscas como al medio día y ahí están llegando, se puede sentir que todo cambia de olor… es algo que yo he sentido muchas veces… Así que, son momentos alegres y tristes a la vez… Un reencuentro de cada año.
Como mi padre lo cuenta es muy gráfico. El dice que en la tardecita cuando ya se recoge la mesa algunos que eran amigos de las copas, se van cantando juntos a su dominio, felices de que les hayan recibido tan bien. Él dice que se encuentran los amigos y que incluso a veces las almas se invitan entre almas para venir a una casa u a otra, por eso siempre hay que esperarles, y que entre ellos comparan como les han esperado sus deudos…
En la parte más oficial ya sabes que el todos santos empieza oficialmente la época de lluvias el jallu pacha, los muertos bendicen a los vivos y reproducen la vida a través de la lluvia. Desde ahora hasta el carnaval en muchos sitios (en el lugar de mi mamá y mi papá también, pero menos) los muertos están entre éste y el otro mundo. Por ejemplo, en San Andrés vuelve a hacerse una fiestita para ellos, y en febrero también. Es difícil de contar todo ahora, pero no es solamente el día de todos santos, ya sabes que en nuestras culturas las cosas son mas de procesos que de momentos.
Todos Santos y Día de los Difuntos en Bolivia
"La muerte en general es parte intrínseca de la humanidad y todas las sociedades. El valor simbólico que tiene la muerte, el valor simbólico de estos momentos específicos, donde nos encontramos con los muertos y realizamos una serie de rituales respecto a la costumbre", señaló.
Este día denominado "Día de los Difuntos", en las tumbas se arman mesas, al igual que el primer día, donde los "dolientes" hacen rezar a las personas que visitan los nichos.
Según la costumbre, al mediodía se reza por el almuerzo y por la tarde rezan por las cosas que están en la mesa.
La comida y la bebida son importantes para celebrar y saciar el hambre y la sed de las almas. Las familias cocinan los alimentos y preparan las bebidas que le gustaba al ser querido cuando estaba en vida.
En los cementerios se oye cantar "los alabados" o "alabanzas" siendo en su mayoría tonadas de inspiración popular y constituyen una tradición en la fiesta que acompañan los sicus y la tropa de tarkas.
En el atardecer, la gente empieza con el despacho del alma que consiste en recoger la mesa y pedirle al difunto que regrese al año siguiente para volver a compartir.
El "levantar la mesa" que así se denomina a la invitación a rezar, finaliza con la repartición de las masitas, frutas, comidas, golosinas y manjares que se han puesto a la vista de los asistentes rezadores.
La tradición de Todos Santos y el "Día de los Difuntos", es un acontecimiento que se celebra entre el 1 y 2 de noviembre, en las comunidades rurales, los pueblos.
Los muertos vuelven, según la cultura andina
(
En el contexto de la cultura andina, la presencia de moscas, la evaporación del agua u otras bebidas y la rápida fermentación de las comidas son algunas de las señales que alertan sobre la llegada de las almas durante la celebración de Todos Santos.
Desde el mediodía de hoy, los hogares donde se levantó una mesa en memoria de uno o más familiares fallecidos, esperan la llegada de sus espíritus para satisfacer los gustos que tenían en vida. Pero ¿cómo saber si el alma regresó evidentemente a casa?
El antropólogo aymara Juan Ángel Yujra explica que “hay elementos simbólicos, por ejemplo la comida u otro alimento que se prepara y a la media hora se fermenta. La gente dice entonces que (el alma) ha comido espiritualmente. Pasa también cuando uno de los panes de la mesa se ha caído y se comenta que ‘ahí está, el espíritu ha llegado\\'”.
Coincide con esta versión el sociólogo Fernando Huanacuni, quien además precisa que desde la concepción andina hoy no es el día de los muertos, sino el wiñay pacha o tiempo eterno, en el cual “nosotros compartimos (comidas y bebidas) con la familia, que no sólo son los que están acá, sino también los que se han ido”.
Huanacuni también cita ejemplos de cómo advertir la presencia de los espíritus, y en ese contexto recuerda que entre hoy y mañana es evidente la presencia de las moscas, pues a estos animales se les atribuye la capacidad de transportar a las almas desde el wiñay pacha.
“En estas fechas no hay muchas moscas, pero hoy y mañana van a aparecer bastantes y además hay un aroma muy interesante en el altar que levantamos, que es más fuerte cuando el alma es fresca. El sabor del refresco no es el mismo y la evaporación es más rápida; la comida que colocamos, si uno llegara a probarla, es desabrida. Ésas son las señales que ellos nos dan de que están con nosotros”, dice.
No obstante, el sacerdote Telean Corona, rector de
La celebración de Todos Santos contada en historias
El alma lo maldijo • Aún en vida, Higidio Huarita solía relatar la historia de un amigo suyo que al morir heredó todas sus pertenencias a su único hijo. En el día de Todos Santos, el espíritu del padre regresó a casa acompañado de otras almas y se percató que su hijo no había preparado nada en su memoria. Adolorido, sentenció: “Que se termine todo”, y al poco tiempo el joven perdió todas su riquezas.
Un alma que recién partió • Según las enseñanzas que recibió Marcia Tórrez, cuando un familiar falleció hace poco, en el primer año de la festividad en su ausencia se debe preparar una mesa exclusiva para esa persona con todo lo que le gustaba comer y beber en vida. “Es como un homenaje al ser querido. La familia espera hasta el próximo año para recibir otra vez a sus demás seres queridos”.
El cigarro avisa que llegó • Mariana Suárez cuenta que su familia siempre pone en la mesa un plato con coca y cigarrillos. Al mediodía del 1 de noviembre, además de encender las velas se enciende el cigarrillo y si éste se consume rápido quiere decir que el alma llegó y “estaba antojada de cigarrillo”. Si la bebida ofrendada se evapora con rapidez, entonces se presume que el espíritu llegó muy sediento.
Lo especial se desecha
La comida y la bebida preparadas especialmente para el difunto deben ser desechadas al término de la festividad, en tanto que el resto de los alimentos se debe compartir con los familiares y amigos, explica el sociólogo Fernando Huanacuni.
“En toda mesa hay algo específico, una comida y refresco que se colocan con nombre y apellido para el alma; esa (ración) se la desecha y el resto se reparte porque esta es una fiesta de la redistribución de los bienes a la comunidad. Se hace pidiendo a los demás que recen por un espíritu determinado”.
La fiesta al “ajayu” en El Alto
Por Fernando Cabezas y Juan Manuel Miranda.
(APA).- Como una forma de resguardar de las tradiciones y cultura foráneas, la arraigada Festividad de Todos los Santos que año tras año viene practicando la población alteña,
La actividad tiene también el propósito de revalorizar la tradición ancestral y la identidad cultural andina de esta celebración en honor a los difuntos, en la lógica de que en el mundo andino existen costumbres y tradiciones transmitidas de generación en generación manteniéndose viva y latente hasta nuestros día.
Roxana Velarde, titular de
"Tenemos previsto levantar una mesa para los difuntos de
"Con el pasar del tiempo se están perdiendo nuestras tradiciones y están viniendo de afuera otro tipo de costumbres que no tienen nada que ver con nuestros antepasados, es por eso que las cartillas que elaboramos están siendo serán distribuidas con prioridad en los centros educativos", precisó Velarde.
Por otro lado también se refirió al hecho de que la educación viene del hogar y convocó a los padres de familia a "inculcar a sus hijos la cultura del nuestros ancestros y nuestros abuelos que tiene mas relación con nuestro diario vivir" aconsejó la autoridad.
En la visión aymara y quechua -donde la gente convive con sus ritos ancestrales y la religión que les fue impuesta a punta de lanza- la concepción no es diferente. Para ellos la muerte es también motivo de alborozo porque al superar ese estado el alma se reúne con las deidades humanas y naturales (
Simón Yampara, estudioso de la cultura aymara, dice que la muerte representa también una forma de cultivar conocimientos, pensamiento que es compartido por el sacerdote católico Hugo Varga, quien sostiene que "la muerte no puede ser castigo, es parte de la vida, significa vencer la limitación del tiempo y del espacio para seguir creciendo".
"El jiwaki, o muerte en aymara, conceptualmente tiene una doble connotación: se entiende como muerto, pero al mismo tiempo como bonito. Lo que sucede es que cuando un ser humano aymara muere pasa a ser parte de las deidades, de sus antepasados. En ese sentido se puede decir que no muere del todo, si bien desaparece físicamente, reaparece en el mundo espiritual para formar la comunidad de las deidades. Pero éstas no son sólo de vertiente humana, sino que están también las de vertiente natural como
TRADICIÓN
Es costumbre recordar, a partir del mediodía del 1 de noviembre hasta el mediodía del 2, la festividad de Todos Santos y del Día de los Difuntos. Un día especial, dedicado a compartir con el alma de familiares que murieron. Algo que transita en el mundo de lo sobrenatural, de la fe, de lo esotérico y por tanto, difícil de creer y entender. Pero allí está, celebrado y respetado por mucha gente.
Cuentan que se empieza con un juego con piedras redondas y que según una vieja costumbre andina, se invita a todos los familiares y amigos a participar de ese juego; que se visita alguna casa y que allí todos comen algún plato tradicional. Hay muchos, pero generalmente se impone aquel que fuera del gusto del alma homenajeada (ver recetas tradicionales). Tras el almuerzo se empieza con el armado de una supuesta tumba, también conocida como altar o mesa. En ella se colocan una serie de símbolos hechos de pan y en esa simbología es fácil encontrar un sol, una luna, la cruz, una escalera, etc, etc. También se utilizan flores, frutos en flor, cañas, juguetes, escaleras o voladores sujetados a hilos (por donde las almas desciendan y asciendan al mundo de los vivos). No hay elemento sin significado, no se utiliza nada que no sirva para explicar el camino al mundo del más allá, aquel que está en el espacio.
En el cielo.
Según la tradición, en días previos a la fiesta, los mercados de las ciudades y del campo ofrecen ferias, en aymara se dice jacha ala ó althapi. En esas ferias hay abundancia de harina blanca y amarilla, de masitas y panes con figuras antropológicas y zoomorfas junto a suspiros, alimento preparado en base a huevos de gallina y con todo ello, el tuquru, que es la parte floral de los arreglos. Las almas permanecen el el mundo de los vivos por 24 horas, ellas deben ser homenajeadas y para saber si se sienten cómodas también hay una herramienta ideada por la tradición: la vela encendida. Si el cebo comienza a chorrear es una mala señal, se dice que el alma está triste. En cambio si arde normalmente, el alma esta alegre y contagia su bienestar a sus deudos. A las doce horas del día 2, se apagan las velas para no retrasar su retorno al más allá, ya que, dicen, las puertas se cierran a esa hora. Las almas se van, los deudos quedan luego de haber combinado, por algunos días, como en todas las festividades pagano-religiosas, creencias nativas con la religión católica. Una simbiosis que data de la época colonial.
Existe una receta para armar una mesa para los difuntos pero si fuera necesario hacer una definición, esta bien sería que es el elemento central, el altar familiar en el que se recibe el alma del ser querido. Es por ello que en la mesa se colocará el nombre, la fotografía, algún recuerdo y varias cosas que el alma homenajeada pudiera reconocer y por las que podrá sentirse a gusto en este paseo efímero por el mundo de los vivos, de tan sólo de 24 horas.
Los principales elementos utilizados para armar estas mesas son panes, comidas, fruta y bebidas.
La tumba debe permanecer extendida hasta el mediodía siguiente, hora en la que la familia del difunto solicitará a una persona ajena que recoja la mesa, quedándose con la mitad de todo cuanto ella contenía. El resto será llevado hasta el cementerio, donde se repartirá entre quienes rezan por sus difuntos. No debe sobrar nada, en lo absoluto, pues de hacerlo, según la cultura andina, las penas se quedan en la familia.
Todos Santos una tradición para unir a la familia
Desde la visión católica se recuerda a los santos que murieron en la gloria de Dios. En la cosmovisión andina se expresa la interacción con los "ajayus" (almas) de los difuntos quienes retornan de su largo viaje al otro mundo.
En la festividad, cada familia alista un mesa con una diversidad de masitas como las t'antawawas (muñecos de pan), escaleras, coronas, bizcochuelos, caballos, frutas, dulces, refrescos, comidas, flores. El primer día de recibimiento y el segundo de despedida de las almas.
Según el viceministro de Cultura, Pablo Groux, la tradición del acercamiento entre los "vivos y los muertos", Todos Santos, ha logrado que miles de familias se reúnan para celebrar, compartir y realizar todas las costumbres que enmarcan esta tradición cultural
"Es mucho más valiosa nuestra tradición, porque rescata a la familia, a la comunidad, el contexto cultural y todas los valores que se han adaptado en la sociedad para este encuentro colectivo", dijo.
"ESTA ARRAIGADA"
De su parte, el historiador boliviano, Fernando Cajías, explicó que la mayor parte de la población continúa viviendo esta fiesta tradicional que está bien arraigada en las familias bolivianas, pese al crecimiento del Hallowen.
Considera que en este siglo XXI y pese a los cambios los padres se han encargado por generaciones a transmitir la creencia a sus hijos, de que sus seres más queridos que dejaron de existir visitan sus hogares para reencontrarse con las familias.
"Esta tradición se mantiene con mucha fuerza, ya que la mayoría de las personas la respeta como una relación entre los vivos y los muertos y asimismo se siente segura de su reafirmación cultural", precisó.
TRADICIÓN-CATÓLICA-ANDINA
Desde la visión católica, se recuerdan a los santos que murieron en la gloria de Dios. Por tanto
El 2 de noviembre la Iglesia Católica realiza la conmemoración de "todos los fieles difuntos", que estableció en Roma el año 1311 y que consiste en el ritual para celebrar a los muertos a través de misas.
En la cosmovisión andina se expresa la interacción con los "ajayus" (almas) de los difuntos quienes retornan de su largo viaje.
Desde Tiwanaku se han hallado evidencias arqueológicas de culto a los difuntos en las tumbas.
Los cronistas relatan cómo los rituales funerarios continuaban después de la muerte, pues se sacaba los restos de los grandes señores a las plazas para que allí "coman y beban" junto a los criados que los cuidaban.
En el contexto tradicional de lo andino, la población que vive en las regiones rurales, son las más arraigadas de esta festividad.
En los cementerios de la periferias de la ciudad de
"Es mucho más lindo, es un verdadero ritual de encuentro donde todo concurre y efectivamente se festeja el encuentro familiar que se lo vincula con
TESTIMONIOS
María Esther de Zabala (65)
"Como todos los años es una costumbre para poder celebrar esperar a mis seres queridos, con todo cariño. Por ello toda mi familia estamos esperando y preparando para hacer un buen recibimiento a las almas".
Ademar M. (23)
"Tenemos previsto pasear e ir a comprar masitas para visitar el Cementerio General para rezar a nuestros parientes con toda la familia, ya que también mis papás hornean pan en nuestras casas".
Yovana P. (19)
"Mis padres me enseñaron la tradición y creo que es una buena oportunidad para recordar a nuestros muertos y compartir n familia".
Teresa Gonzales (60)
"Los tiempos han cambiado y veo que la gente está perdiendo la tradición, ya no es como antes cuando era una verdadera fiesta de reencuentro y de fe, se hacía mucha comida y masitas para darle de comer a nuestras alamas. Ahora creo que el Hallowen está perjudicando".
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